Por Rogelio Baillères
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Los casos más complicados son los de mal de amores, en especial aquellos que no son correspondidos. Creo la mayoría de nosotros ha sufrido de aquellas experiencias donde nos enamoramos de algún hombre (o mujer) que al final de cuentas solo quiere ser nuestro amigo (ó amiga). ¡Es terrible! ¿Cierto? Bueno, pues aquí les comparto una lista de 6 joyas musicales muy eclécticas donde podremos explorar, sufrir y gozar del tema de… «es que yo te quiero, pero cómo un amigo.»
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Al conocerlo, lo primero que surge es el deseo. La canción habla de esa incertidumbre que sufrimos al buscar que sea el quién de el primer paso, ya que tememos que él no sienta lo mismo que nosotros. Solo una señal y así podremos descubrir si la ilusión puede llegar a volverse realidad.
La ilusión del enamoramiento, el deseo de ser amado y el veneno de buscar amor en alguien que no siente lo mismo por ti. Expresa cómo nos perdemos en personas que no comparten nuestras intenciones, para que al final del camino, en lugar de conseguir lo que buscábamos de alguien más, terminemos encontrándonos a nosotros mismos nuevamente.
La fría experiencia de toparnos con un corazón congelado, y la impotente situación de no contar con lo necesario para brindarle calor. Cuando aquel por quién sentimos algo no siente nada por nosotros, ya que se encuentra encadenado a su pasado y sus miedos, al final no podemos hacer nada al respecto al menos que el decida abrir su corazón por si mismo.
Una canción que describe a la perfección esa situación de estar enamorado de quién no lo está de ti. Hombres que nos invitan a soñar pero no sueñan con nosotros. Lo peor es que terminamos mintiéndonos a nosotros mismos, con tal de no dejar ir aquello que nos brinda emoción y calor, por medio de una ilusión.
Vivir con la incertidumbre de no saber si siente lo mismo que nosotros sentimos. Queremos aferrarnos pero, darnos cuenta que nunca pasó y que no pasara duele. Al final, no nos podemos quedar con algo que nunca tuvimos.
Vemos desaparecer algo que nunca estuvo ahí, tal cual como perseguir una sombra, inexistente. Siempre que estamos con él, solo vivimos la ilusión de lo que queremos, más no lo que realmente es, y poco a poco se va, pues desde el comienzo no había llegado por o para nosotros.
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