PIEL DEL ROSTRO

Por Jorge González
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Finalmente, parece que el género masculino se ha decidido de una vez por todas a tomar en cuenta su propia belleza, reconociendo, en definitiva, que los cuidados no son exclusividad de las mujeres, aunque todavía existe un gran número de hombres que se resisten a seguir una rutina de belleza.

Y es precisamente para este sector de caballeros les presentamos este artículo con la finalidad de demostrarles el porqué deben preocuparse en empezar a cuidar la piel de su rostro.

La epidermis de los hombres tiene mayor proporción de glándulas sebáceas que la epidermis femenina, por lo tanto acumula más grasa. La grasa puede obstruir los poros, haciendo aparecer los temidos puntos negros, lucir una piel apagada y ser víctima de los granos. Además del problema del acné, la grasa dificulta un afeitado rápido, ya que impide que la cuchilla se deslice facilmente sobre el pelo.


Para solucionar este problema, es imprescindible que los hombres sometan su rostro a una limpieza profunda mediante una exfoliación con productos especiales, a fin de expulsar todas las células muertas, activar la circulación y además dejar la piel lisa y fresca. El siguiente paso es la hidratación, un factor imprescindible para protegerse de las acciones externas, convirtiéndose en una perfecta coraza contra las arrugas, mantiene la piel joven y suave, y, además, calma la epidermis irritada por el diario afeitado.

El paso de los años nos deja arrugas, las cuales aparecen por todo el rostro y hay que desterrarlas al igual que la flacidez. Para ello, la cosmética pone las armas necesarias ofreciendo productos de triple acción, encargados de regenerar, reafirmar e hidratar la piel. Con el uso continuo, el efecto antiarrugas aparece a mediano plazo. Por último, nos encontramos con un duro enemigo, el estrés, ese virus moderno que se refleja en la piel. El rostro de los hombres refleja el cansancio en el oscurecimiento de las ojeras, en la acentuación de los rasgos y en la sequedad que conlleva descamación. Para hacerle frente a esta fatiga existen productos específicos formulados a base de ginseng, plancton termal, elementos biológicos, agentes hidratantes y refrescantes.

Para el contorno de los ojos, que es uno de los más afectados, se debe elegir fórmulas a base de caléndula, matricaria, manzanilla y alantoina, los cuales, por su efecto calmante, consiguen desterrar el estrés de los ojos, manteniendo la hidratación natural de la piel.